No es que esté dolorido, ni que nadie sabe lo que tiene hasta que lo ve perdido, esque realmente, nunca nadie sabe lo que tiene, y cuando lo sabe.. lamentablemente.. no lo valora..
Solemos menospreciar lo que tenemos, y no me refiero a objetos.. esta vez.. sino a personas.
La diversidad siempre está presente en cualquier comunidad, en cualquier grupo pequeño, en la casa, en la escuela, en el trabajo, la iglesia, el hobbie... siempre y siempre consideramos a los integrantes de cada uno de nuestros grupos pequeños como menores, comparados con los de los demás.
Sentimentalmente hablando.. o humanamente hablando, podemos voltear a ver en la calle a cualquier dama, que probablemente esté mucho más fea, menos agraciada, bendecida, o con un peor cuerpo para ser más directos y decir: "anda, mira está bien guapa " (mjm!), o esas si son chavas, o cualquier halago, que implícitamente sea despectivo para las damas que conviven a nuestro alrededor, y no es por faltarles al respeto, sino por mencionar que como humanos, siempre consideramos lo ajeno, como mejor.
Cuando una persona llega a una de nuestras comunidades, siempre es la novedad, y todo mundo quiere estar ahí, conocerle, platicar, conquistarle, demostrarle a los demás sus habilidades coquéticas o algo así. Pero no os damos cuenta, que no conocemos ni su pasado, ni su pecado, ni sus costumbres.. pero aún así, pareciera ser que siempre es más agradable la ídea.
Nos cegamos, no queremos ver! obviamos defectos.. corintios 13 es siempre cierto.. pero demeritamos lo que tenemos, y simplemente, cuando se vá, algunas veces lo notamos, pero algunas otras.. no nos importa.
No nos dimos cuenta que era nuestra oportunidad, tal vez, no siempre es así, pero muestra es, que cuando vuelves a ver a una persona después de años. Además de conocer sus bases, su pasado, lo bueno y malo de ella, tiene lo que las demás tuvieron, el efecto novedad. Es entonces cuando obvias sus defectos y engrandeces sus virtudes, y si todo va bien, y aceptas esa segunda oportunidad, lo puedas valorar :)
JOsé A. García R
Solemos menospreciar lo que tenemos, y no me refiero a objetos.. esta vez.. sino a personas.
La diversidad siempre está presente en cualquier comunidad, en cualquier grupo pequeño, en la casa, en la escuela, en el trabajo, la iglesia, el hobbie... siempre y siempre consideramos a los integrantes de cada uno de nuestros grupos pequeños como menores, comparados con los de los demás.
Sentimentalmente hablando.. o humanamente hablando, podemos voltear a ver en la calle a cualquier dama, que probablemente esté mucho más fea, menos agraciada, bendecida, o con un peor cuerpo para ser más directos y decir: "anda, mira está bien guapa " (mjm!), o esas si son chavas, o cualquier halago, que implícitamente sea despectivo para las damas que conviven a nuestro alrededor, y no es por faltarles al respeto, sino por mencionar que como humanos, siempre consideramos lo ajeno, como mejor.
Cuando una persona llega a una de nuestras comunidades, siempre es la novedad, y todo mundo quiere estar ahí, conocerle, platicar, conquistarle, demostrarle a los demás sus habilidades coquéticas o algo así. Pero no os damos cuenta, que no conocemos ni su pasado, ni su pecado, ni sus costumbres.. pero aún así, pareciera ser que siempre es más agradable la ídea.
Nos cegamos, no queremos ver! obviamos defectos.. corintios 13 es siempre cierto.. pero demeritamos lo que tenemos, y simplemente, cuando se vá, algunas veces lo notamos, pero algunas otras.. no nos importa.
No nos dimos cuenta que era nuestra oportunidad, tal vez, no siempre es así, pero muestra es, que cuando vuelves a ver a una persona después de años. Además de conocer sus bases, su pasado, lo bueno y malo de ella, tiene lo que las demás tuvieron, el efecto novedad. Es entonces cuando obvias sus defectos y engrandeces sus virtudes, y si todo va bien, y aceptas esa segunda oportunidad, lo puedas valorar :)
JOsé A. García R
2 comentarios:
Mmm yo por eso siempre tomo en cuenta a las personas feas o bonitas, hay q ver mas alla del exterior.
y sì saber apreciar a las personas q tenemos cerca.
yo no
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