sábado, junio 02, 2012

02/06/12 Dream

No sé si el releer mis escritos le dio una sacudida a mi mente, pero extrañamente y después de mucho tiempo, comencé a soñar de nuevo. Todo era tranquilo, me encontraba en la playa debajo de una palapa, disfrutando de un ambiente húmedo caluroso y escuchando las olas del mar chocar contra las piedras lejanas, a mi alrededor muchas personas pero nadie conocido, sabía que ese viaje lo emprendí con la gente de la iglesia y probablemente era parte del campamento anual pero no reconocí a nadie. De pronto despierto, vamos en un camión foráneo, entre todo el ruido distingo la voz del operador del autobus renegando la mala calidad de la unidad, "está muy viejo, y apenas sube. A ver si libramos la bajada" exclamó. Me sorprendí en gran manera cuando vi al frente, una cuesta enorme con una gran curva al final, por delante de nuestro autobus iba mi amigo Carlos en su automóvil también a toda velocidad, los frenos del camión no servían adecuadamente y una enorme descarga de adrenalina invadía mi cuerpo, creí que era momento de que todo terminaría para muchos de nosotros, justo antes de llegar hasta abajo desperté en la calle pidiendo ayuda, aparentemente no había sucedido nada pero esta vez estábamos dentro de un parque enorme con árboles que cubrían el cielo en su totalidad, grandes ramas y lianas colgando entre ellos, todo era fresco, verde, hermoso pero ya estaba obscureciendo, creo era tiempo para nosotros de encontrar un refugio. Al salir del parque encontré el camión y los carros perfectamente estacionados, no tengo idea como pero aparentemente todo había salido bien en cuanto a la situación de los automóviles. Me subí al camión y sólo recuerdo que aparecí dentro de una soriana muy grande, había muchísimos productos de todo tipo, todo era muy grande, correteábamos entre los pasillos, jugando mis amigos y yo después de tiempo y poniendo un poco de seriedad apenas disponíamos a formarnos cuando gente en pánico entró y gritaba "lávense todos los dientes y fórmense ya" ciertamente es una de las más extrañas instrucciones que he escuchado en mi vida, mucho más extraño en un centro comercial, esbocé una sonrisa confiada, como burlándome de tal situación, apenas dí unos pasos acercándome a la caja y un enorme resplandor cegador iluminó el horizonte y todas las entradas, tambores tocando, viento recio y ancianos con ropas brillantes en caballos aparecían a través de esa cegadora luz. " Es el fin del mundo, gritaban, todo mundo entró en pánico, yo no fui la excepción, bastó un segundo para que me tranquilizara, pero dentro de mí, mientras me formaba con mis dientes cepillados comencé a orar! a pedir perdón y arrepentirme por todas mis malas actitudes, me sentí con incertidumbre de la situación pero confiado, asimilando que todo estaba a punto de terminar, por mi mente sólo pasé yo, mi oración y mi arrepentimiento, cerré los ojos y de pronto desperté.
eran las 6:44am. muy extraña situación.

-José Alberto García Rangel