sábado, junio 28, 2008

aferrarse duele más que desprenderse

La cruel e irreverente vida me ha enseñado a proteger lo que tengo hasta con las uñas, muestra de ello la ley del más fuerte en el reino animal, o la ley de más fuerte, en la humanidad, disfrazada de trucos que la potencian y ahora se es llamada corrupción.
Dichas actividades carentes de moral y valores humanos provocan que la gente como yo, y la mayoría nos aferremos con todo nuestro ser a cada pequeño objeto que logramos poseer, lástima que lo aplicamos también a las personas.
Esta frase que logre descubrir gracias a una amiga de las más lindas que tengo, me hizo pensar que tiene mucha razón.
El no saberlo me ha hecho mucho daño y me ha hecho dañar a personas que amo con mi corazón y nunca hubiese pretendido hacerlo, por eso de ahí en delante trato de aplicarlo más seguido.
"Todo es pasajero, y hay que dejarlo ir.. de una u otra forma, volverá..."
aferrarse duele más que deprenderse..
Siempre ha estado ahí, frente a mí, entre líneas, grandes personajes lo han demostrado y no me había dado cuenta.
Desde Moisés cuando decide desprenderse de su hijo y hacer la voluntad de Dios, cuando la viuda pobre ofrece todo su dinero en ofrenda, cuando la viuda y madre soltera alimentó con su última comida a Elías, cuando el rey David lloró por su hijo que fue dañado por la espada de Dios y hasta cuando el rey Salomón pretendía hacer partir a un niño por la mitad cuando sus dos supuestas madres querían quedarse con él.
Todas esas personas de admiración supieron la frase del éxito, que a la larga les traería felicidad, bendición, provisión y prosperidad, pero nunca nadie la había plasmado de dicha forma.
Ahora eso explica ser la mejor solución en algunas circunstacias que me han lastimado por causa de mi avaricia, egoísmo y aferramiento... aferrarse duele más que desprenderse...
he lastimado mucho mi ser, por aferrarme a personas que tal vez y no sean para mí.
Y bien sé que no es fácil, porque aún desprendiéndose duele, pero todo duele, crecer duele, y aferrarse... es una forma de no hacer las cosas.